En sus primeros años de animación, Walt Disney hizo lo mejor y ya nunca superado: Blancanieves, Pinocho, Bambi, Dumbo,... una tras otra las obras maestras se acumulaban en forma de dibujo animado pero con mensajes e historias ocultas que eran lo que realmente le daban ese salto de calidad. En esta, para mi la mejor película, el mensaje principal es maravilloso: el paso de la infancia a la madurez, como convertir a un niño "de madera" en un niño de verdad. Para ello deberá saberse comportar, no lo será mientras mienta o fume o juegue todo el día, será maduro cuando aprenda a respetar a los demás, a ayudar a su padre y cuando comprenda lo que le espera a una persona en la vida adulta, sólo entonces Pepito Grillo (o la conciencia) estará tranquila.
Pinocho es el segundo largometraje de animación de la Disney que se caracteriza por dejar bien en claro la diferencia entre las acciones buenas de las reprochables. Como la mayoría de las cintas de esta productora, el mensaje es moralista y aleccionador, sentando bases educativas sobre la idea de qué es correcto y qué es una conducta mal vista a los ojos de la moral y la ética. Claro que todo está “bajado” hasta el nivel de comprensión de los niños, quienes podrán tener un acercamiento hacia temas humanísticos tales como el amor de un padre a un hijo, la verdad y la mentira, la bondad contrapuesta a las malas compañías, la voz de la conciencia, la vida y la responsabilidad que la misma conlleva.Seguimos las circunstancias de un títere de madera que cobra vida, la misma le implica la obligación de saber cómo comportarse correctamente. Ello llevará a todo un proceso madurativo donde este muñeco empezará a relacionarse con los demás y a “aprender” sobre lo que es justo y lo que es considerado erróneo. Allí cuando la vida misma lo marque y sepa discernir por él mismo lo elogiable de lo reprensible, en ese momento la conciencia (representada por el grillo) se acallará y dejará de retumbar en su interior para ceder a momentos de alegría y verdadera felicidad junto a los seres queridos, logrando también lo más mágico y trascendente: ser un niño de verdad!!
Considerada la obra maestra de Walt Disney en vida por su sofisticada animación y por el uso de nuevas técnicas inventadas por su equipo, Pinocho es un regalo para la vista y el oído, en la que podemos ver espectaculares movimientos de cámara que resultaron carísimos por su dificultad a la hora de rodar y que jamás volvieron a repetirse en ninguna película de animación hasta la era de los ordenadores, así como una música evocadora que fué galardonada con 2 Oscar (Mejor BSO y mejor canción: "When You Wish Upon a Star"). Es, como todas las adaptaciones de Disney, una adaptación libre pero que no pierde la esencia del original. Recomendada por profesores de filosofía como un gran ejemplo de la vida misma y despreciada por aquellos que se empeñan en decir que todo lo de disney es una porquería sólo porque sí. Una película entretenida para los niños y aterradora para los adultos.
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